ISBN: 978-84-617-5432-8
Encuadernación: Tapa blanda
Edición: 3
Número de páginas: 332
Tamaño: 16 x 23

LOS VIAJES MÁS EXTREMOS SON LOS QUE MEJORES NOS HACEN. Año 2009, un anónimo viajero se sube en una moto con rumbo a los desconocido. Apenas tiene experiencia, viste inadecuadamente, no lleva mapas, visados ni GPS. No sabe dónde va exactamente. Nadie le seguirá por internet. No tiene Facebook, no filma vídeos para Youtube, no usa redes sociales. Se encamina en solitario a una tierra ignota, a unas sociedades y culturas orientales que ni siquiera puede imaginar. Todo lo que vea será nuevo, extremo y emocionante. Pero sí lleva un diario en el que anota lo que le va sucediendo, y en ese cuaderno también explica como ese viaje extraordinario le transforma día a día en otra persona. Este libro es aquel cuaderno, sin maquillajes ni florituras. Si un día oíste hablar de un tal Miquel Silvestre y te preguntaste por qué alguien eligió la profesión de escribir sobre viajes en moto, aquí tienes la respuesta contada por él mismo. La emoción del nómada es un recorrido sentimental, lírico, a veces bronco pero siempre honesto, sobre algunas de las geografías más fabulosas y surrealistas del planeta. Comienza en Irak, donde el viajero recuerda los extraviados pasos que le han llevado hasta allí: Europa Oriental, el universo ex soviético de Ucrania, Rusia, Kazajistán y Uzbekistán; La ruta de la Seda, la belleza de Samarkanda y Bujará antes de atravesar de nuevo el desierto que un día fue un mar magnifico que le llevará a Asia Menor: Azerbaiyán, Georgia y Turquía. El reencuentro en Estambul con la mujer amada no es sino el preludio de otra tormentosa y emotiva aventura por Oriente Medio: Siria, Jordania, Líbano e Israel, hasta terminar la escapada en un duro encontronazo con la realidad dentro de la Iglesia de la Natividad en la palestina y bíblica ciudad de Belén. La emoción del nómada es un título esencial para comprender al más íntimo Miquel Silvestre, al viajero anónimo de sus comienzos, y compartir con él los verdaderos motivos que nos llevan a calzar las botas del caminante de senderos lejanos.